
( mantienen incluso el amurallado romano), con sus calles empedradas y peatonales, la "vida" diurna del barrio húmedo y sus increíbles tapas (recomiendo la cecina, la morcilla, el vino, y estos calamares) y la nocturna con cantidad y variedad de locales de copas. Evidentemente no se puede olvidar su espectacular catedral gótica que impresiona al encontrártela de frente y en el interior apabulla por su grandeza y esas preciosas vidrieras (ver aquí).
Gracias a Fer por la fotillos y recordar a Raul que su "Venus" gana a mi "Protos" (en precio claro

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